Acerca de REDES

Para el peronismo la economía es solo un instrumento subordinado a la planificación que sirva a la Independencia Económica.

En este sentido, cuando pretendemos hablar de economía, es imprescindible el análisis político de los factores por los cuales Argentina, ha sido llevada a partir de 1976 ha ser una colonia, manteniendo un sistema productivo con un desarrollo programado para las necesidades de las corporaciones en vez del pueblo argentino.

Cualquier area analizada, demostrará que el crecimiento de vastos sectores económicos, en nada han servido al bienestar del pueblo, por el contrario año tras año aumenta el nivel de pobreza, como el endeudamiento y una generaliza decadencia de todos los sistemas de toma de decisiones soberanas.

Esta economía es inviable, mas allá de una casta política de sinverguenzas y corruptos cuando no brutos peores que aquellos; es inviable por el grado de subordinación a la división internacional del trabajo que nomina el grado de nuestra dependencia y los mecanismos de un plexo legal para fundar el saqueo de nuestros recursos, a la vez de planificar un País como máximo para el 50% de su población en el mejor de los casos.

Argentina ha perdido su burguesia nacional, esto es en el sentido de “agentes de la economía” con al menos intereses en alguna medida coincidentes con los trabajadores y el pueblo relacionados a un mercado interno para su crecimiento y sosten. En la medida que estos “dueños” han diversificado sus inversiones, aún cuando vienen de la actividad manufacturera, en sectores primarios relacionados al orden establecido para la Argentina, sus negocios se dirigen al porcentaje de consumidores que sostienen su actividad, aunque esta no implique la utilización de toda la capacidad instalada y obtienen sus ingresos compensatorios en la explotación primaria a partir de los commodities, con baja en general creación de puestos de trabajo.

No es en este sector en consecuencia, sobre el cual se pueda decir, que sobre sus espaldas se pueda sostener un proceso de reindustrialización de la Argentina. No estamos ante el factor empresario brasileño, en esto debemos estar claros para no postular zonceras o sostener complicidades para el statu quo.

Situación no similar, pero con algun punto de contacto se encuentra el peronismo del cuarenta, cuando en consecuencia dispone su proceso de industrialización.

La necesidad de un sujeto que pudiera conducir y llevar adelante las realizaciones mayores, a la falta de un empresariado idoneo, hace al gobierno determinar que el instrumento mas idoneo para aquella situación sea la figura del Estado Empresario. El Estado Empresario asi será el motor de aquel crecimiento y del proceso de industrialización, como productor y promotor a la vez de una burguesia nacional incipiente, la que con el crecimiento iría ganando escala bajo el paraguas de las Empresas del Estado, en planificada sinergia con la fuerza organizada de los trabajadores, que bajo un sistema de pleno empleo que asegurara buenos salarios, consolidara la justicia social.

No estamos lejos de aquella situación de orfandad empresarial, aún en un esquema de economía más desarrollada y compleja. No es este empresariado el que se pueda poner al hombro sacarnos de la dependencia económica ya que son socios de la dependencia. No digo no puedan acoplarse a un proceso, lo que digo es que no son ellos los que abrirán el proceso.

En este sentido, no es extraño pensar en la recreación de los instrumentos propios de la Economía Peronista, los que fueron exitosos y nos depositaron en la Independencia Económica en pocos años, tras haber recuperado los resortes necesarios para una planificación soberana, luego ejecutada desde las Empresas del Estado en conducción y dominio del proceso económico y del desarrollo con justicia social.

No basta el administrar el comercio, porque lo que se estara administrando es lo que desde afuera nos dejen administrar. No basta administrar el comercio, porque lo que la Nación y el pueblo necesitan, es abrir un nuevo proceso de Independencia Económica, que implica la movilización total del trabajo y de los recursos existentes bajo control foraneo, para ponerlos al servicio del desarrollo nacional, que nos permita un nuevo “salto de la rana” para volver a la felicidad del pueblo y a la grandeza de la Nación, que significa un pueblo trabajador edificando nuevamente su destino común soberano.

JCP